Me enseñaron que nada es para siempre y que también existen los imposibles, pero aprendí a luchar por lo que quiero y ahora aquí me tienes, mirando al pasado y aún sin creer lo que ahora veo. El esfuerzo mueve montañas. Ponle empeño y no te aseguro conseguirlo pero sí que será más probable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario