Eres todo lo que soy y lo que quiero ser.

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martes, 25 de septiembre de 2012

Cuando sientes que sobras y que ya no tiene sentido tu presencia allí, porque aunque aquella sala siga teniendo el mismo aspecto que tenía hace años cuando era tu casa tú ya no lo ves igual, ya no te sientes protegida entre esas cuatro paredes que antes te convertían en la persona más feliz del mundo, ahora ya ni siquiera tiene sentido estar allí, y entonces es cuando intentas buscar el por qué de las cosas, y miras al pasado y te das cuenta de que tú ya no eres la misma. Y no te crees capaz de volver a serlo, te das cuenta de que el pasado no vuelve, y quizás ya no te quede mucho más que hacer para volver a ser la de antes en ese lugar, y empiezas a pensar que es hora de marcharse de allí.
Y es que parece mentira, aquí estoy otra mañana más metida en la cama mirando hacia la puerta esperando que de un momento a otro se abra y aparezcas tú, como hace tiempo, y te acerques y me des los buenos días acompañados de un beso, y justo entonces saber que sí, será un buen día.

Que sueño contigo hasta en mis siestas de 20 minutos;

Al escuchar el despertador me pregunto una vez más cuál será el día en que por fin al despertarme el haber estado abrazada a ti toda la noche no haya sido solo un sueño; y escuchar tu voz en mi oído dándome  los buenos días y al abrir los ojos y verte darme cuenta de que realmente son buenos porque te tengo a ti a mi lado.
Y es que a decir verdad me despierto abrazada a un hueco vacío todas las mañanas.
Cambiar es la constante en la vida de mucha gente. Sin embargo, por mucho que nos empeñemos, algunas cosas nunca cambian y nos persiguen de por vida. Hay cosas que es mejor asumir y aprender a vivir con ellas para poder prestar atención a aquellas cosas que si pueden cambiarse. Curar un músculo que lleva tiempo dañado cuesta más que curar una contractura reciente. Lo mismo pasa con las personas. Cambiar algo que forma parte de nuestra vida desde hace mucho, duele. Entonces, a pesar de ese dolor, ¿por qué nos empeñamos tanto en cambiar? Muchas veces son las personas que nos quieren las que nos recuerdan lo que realmente queremos ser y nos empujan al cambio. Otras veces elegimos cambiar porque tenemos miedo a estar equivocados y perpetuarnos en el error o porque sabemos que cambiar es la única manera que existe para dejar de sufrir. 
Yo antes era diferente. Supongo que más feliz. Sin duda era más joven, más optimista y, sobre todo, menos resentido, pero es que antes no me habían pasado algunas cosas. Es el tiempo el que me ha cambiado. Nadie me preguntó jamás si yo quería cambiar, si quería ser lo que soy. La vida decidió por mí. La pregunta es: ¿puedo cambiar yo mi vida? Quiero cambiar, sí. Desearía retrasar mi reloj y regresar a ser el que era hace diez años. Pero si algo he aprendido gracias al tiempo es que la mayoría de las veces no es suficiente dejarnos la piel en el intento porque muchas cosas no cambiarán. Por mucho que lo deseemos... Cambiar está sobrevalorado. Lo que de verdad tiene mérito es asumir que eres como eres y soportarte todos los días. Asumir que tu vida es la que es e intentar hacerlo lo mejor posible porque hay algunas cosas que no cambian por mucho que lo desees. Pero, ¿qué hay de lo que sí podemos cambiar? Ahí es donde hay que dejarse la piel.
Dime si habrá algo más bonito que despertar a tu lado cada día, susurrarte que te quiero es mi particular manía. Si apareces en mis sueños, me adormeces, me meces con tus dedos, me enloqueces, eres mi única alegría. Y cada mañana pienso robarte un de tus besos, amarrado a la razón de un corazón que late en verso, regalarte amaneceres y placer en cada esquina de la cama, siempre seguirá viva nuestra llama. Eres lo mejor que tengo, lo mejor que tuve, lo mejor que tendré en esta vida, un amor que sube, llega hasta las nubes y allí vuela. Jugar a no perderte, a abrazarte fuerte, a quererte tanto que me duela. A tu lado todo es diferente, el olor de tu perfume me enamora cuando vuelves, pasear de la mano a tu lado para siempre. Decirte que te quiero, 'Te quiero' y así será para siempre, y sé que no puedo bajarte una estrella pero también sé que te voy a tratar como una de ellas. Ni te imaginas la cara de tonto que se me queda cuando leo tus mensajes y te imagino aquí cerca, y por mucha distancia que nos separe piénsalo, el corazón no cambia de opinión y si te soy sincero la mejor manera de decirte cada día que te quiero es escribiendo esta canción. Y eres tú, la única que me hace sentir vivo, que me enseñó a querer como se quiere de verdad, capaz de despertar las ilusiones y sentidos, viajar a nuestros sueños de la mano hasta el final. Eres única, la musa de mi música, princesa, saldremos adelante a pesar de los problemas, y lo que no ha separado la distancia no lo va a separar nadie, bailemos bajo la luna nuestro tema. Prefiero parar el tiempo, cambio toda una vida por un segundo a tu  lado en este cuento. Mi niña, vivo de tu sonrisa y me pierdo en tu mirada. Cada mañana me inunda tu recuerdo y quiero tenerte cerca, tan cerca que no respire, en el choque de tus labios mi boca no saldrá ilesa. A pesar de la distancia quien la sigue la consigue; déjame decirte que: buenos días mi princesa. Hoy quiero llevarte el desayuno hasta la cama, que me comas a besos, mi boca nunca se acaba, amarte hasta de madrugada, cuando escalas por mi cuerpo, gastaremos el tiempo entre las sábanas. Subir hasta la luna cada noche, quererte hasta que duela, contando las estrellas a tu lado, pensarte con los labios, dibujar corazones con tu nombre y llevarte a mi planeta de la mano. Júrame que me quieres, promete que me esperarás por siempre, que todo lo que sientes será eterno, que el miedo ya no vuelve, que sepas que nunca vas a perderme, que sueño con verte en un futuro aquí a mi lado, mariposas en el vientre, miradas que se cruzaron y acabaron de la mano sin separarse un segundo, so tiramos la toalla será pa' ducharnos juntos.